Los riesgos de los centros de bronceado

Llega el verano, y hemos de lucir buen tipo. No sólo adelgazamos, comenzando dietas o yendo al gimnasio; para aquéllos que apenas disponen de tiempo para acudir a la playa están proliferando los centros de bronceado. Pero… ¿son sanos estos centros? ¿conocemos los riesgos de utilizar estos aparatos?

Cualquier centro de éstos debe disponer, bien visible un folleto informativo en el que se mencionen claramente las precauciones que hemos de tener, y los previsibles riesgos que para la salud puede conllevar la utilización de este tipo de aparatos.

* En primer lugar hemos de saber, que ni niños ni mujeres embarazadas pueden exponerse a los rayos UV artificiales.

* Son frecuentes las lesiones de piel y oculares como consecuencia de una exposición superior a la debida. El envejecimiento de la piel o el cáncer de piel son sus daños últimos.

* Los usuarios con piel muy blanca y aquellos con facilidad de insolación tampoco deben usar las cabinas de bronceado.

* Para evitar los daños oculares es recomendable usar gafas protectoras, mientras que para evitar daños en la piel, debemos, obligatoriamente, quitar todos los cosméticos que llevemos encima, ni aplicar filtro solar.

* Tampoco debemos tomar sesiones de rayos ultravioletas si estamos tomando medicamentos, ni exponernos, dentro de las mismas 24 h. al sol y a los rayos ultravioletas artificiales.

* Antes de ir por segunda vez a estas cabinas, debemos dejar pasar 48 h.

* Ir urgentemente al médico en cuanto aparezcan enrojecimientos, heridas o ampollas en la piel.

* El vigilante o personal responsable del centro de bronceado debe saber exactamente el tipo de exposición que requiere nuestra piel, según nuestras características: sesiones de exposición, tiempo de exposición en cada sesión, etc. y asesorarnos adecuadamente. Y es que hemos de tener en cuenta que no todos, aun cuando seamos morenos de piel, tenemos la misma fotosensibilidad.

* Por último, y no menos importante, el mantenimiento de todo el material de bronceado es importantísimo. Las gafas, cabinas, camas solares, etc. deben someterse a un tratamiento de asepsia después de cada sesión para garantizar la inexistencia de riesgos para la salud, y además, debe figurar al menos una revisión técnica anual de la cabina por un organismo autorizado.