La creación de un cromosoma artificial

Cromosoma

Hoy sabemos que se ha creado el primer cromosoma artificial, el primer paso para un salto científico de gran trascendencia. Algo que ética y científicamente se ha planteado desde hace siglos y que poco a poco está dejando de ser algo irreal para convertirse en una realidad perfectamente factible: la creación de la vida.

Sí, así de importante y trascendente puede llegar a ser esta noticia. Un logro que vuelve a traer esos dilemas morales largamente discutidos.

Los seres humanos somos y funcionamos tal y como nos dicta nuestro código genético. El ADn es la molécula química de la que se nutren los cromosomas. A su vez, el ADN está formado por cuatro tipos de nucleótidos distintos, moléculas aún más pequeñas unidas entre sí. La combinación o secuencia de esos nucleótidos que forman la cadena del ADN es lo que forma ese mensaje genético que literalmente «nos da la vida».

¿Os imagináis el poder que representaría conocer ese mensaje genético? ¿descifrarlo? Resulta evidente que quien tenga la capacidad y el conocimiento de poder y saber escribir ese código tendrá en sus manos un enorme poder.

Este equipo de científicos ha sintetizado los más de 500.000 pares de nucleótidos del ADN del Mycoplasma genitalium, una bacteria. El cromosoma sintético creado tiene casi todos los genes de esa bacteria. Ellos partieron de los nucleótidos adecuados y los ensamblaron en el orden correcto, utilizando una célula de levadura en la que introdujeron el cromosoma. Como resultado final, los científicos identificaron en su interior un cromosoma con la misma secuencia de genes o nucleótidos que el del cromosoma de aquella bacteria que copiaron.

Es decir, si antes podían leer el código genético, ahora ya, también pueden escribirlo y reproducirlo. Esto quiere decir que podríamos tener un organismo creado artificialmente. O sea, crear vida.

Y sí, a simple vista, las primera utilidades prácticas pueden saltar a la vista: se podrían crear microorganismos que generen biocombustibles, que eliminen desechos tóxicos o que absorban el Co2. Utilidades medioambientales, en suma…

… pero ¿se detendrán ahi? ¿llegarán algún día a crear vida? ¿es éticamente correcta esa ambición de la Ciencia por el conocimiento? No dejamos de ser humanos, y está en nuestra esencia el aprender y progresar. Hemos avanzado gracias o a costa de otros muchos debates morales y somos lo que somos porque la raza humana, en cada momento de su Historia, ha preferido obviar esas disyuntivas éticas para dar un paso al frente. En todo caso, conocer es nuestra aspiración máxima.

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