Vampiros, posible explicación sobre ellos
Curioso caso el de los vampiros, desde que Bram Stoker escribió su libro en 1897 el personaje de Drácula ha ido creciendo notablemente con el tiempo, y durante el siglo XX se ha producido un verdadero nacimiento, el de una creencia, mito, leyenda o como quiera llamarse al fenómeno y a la estética que acompaña a los vampiros. Las películas que se han hechos sobre el tema son innumerables y hace décadas que han traspasado el género de terror para llegar a la comedia, a las películas de acción, aventuras y hasta ha habido policías vampiros en el cine.
Si bien se mira, esta leyenda no es diferente a otras, como las leyendas vikingas XII (mitología nórdica) o a las creencias de los Mayas. Sin embargo, todos nosotros tenemos un gran conocimiento sobre la materia sin haber estudiado nunca mitología «vampiresca».
En cuanto al origen de todo, se piensa que el personaje de Drácula haya surgido en la fantasía popular a raíz de un personaje real, Vlac Tepes, un príncipe rumano que vivió en el siglo XV, un príncipe tan sanguinario que era apodado El Empalador.
Y así como el personaje imaginario de Drácula se basa en un personaje histórico, la ciencia también podría tener una explicación para todas las característica que se atribuyen generalmente a los vampiros. Todos sabemos que los vampiros se alimentan de sangre, sienten aversión por la luz solar, por los ajos, por las cruces y las biblias, y no se reflejan en los espejos (pese a todos ello igual son muy seductores). También es sabido que sólo se los puede matar clavándoles una estaca en el corazón (salvo que el director de la película tenga arreglado en su contrato una segunda parte).
Pero lo que no todos saben es que hay una enfermedad que podría explicar todas estas característica que presentan nuestros queridos vampiros. La enfermedad que explicaría todo se llama porfiria, y es un poco común desorden de la sangre.
Esta enfermedad hace que ciertos químicos llamados porfirinas se acumulen en el organismo, especialmente en la piel, y al entrar en contacto con la luz, las porfirinas reaccionan de tal manera que se producen ampollas y laceraciones en la piel de los enfermos. En algunos casos muy graves el cuerpo puede aparecer como todo consumido por las ampollas.
La anemia, y por consiguiente la palidez, son también característicos de esta enfermedad. Incluso la aversión al ajo podría ser explicada ya que este vegetal posee una sustancia que hace mayores los efectos de la luz sobre los tejidos enfermos.
Ésta podría ser la explicación científica de muchas de las características que el pensamiento mágico atribuye a la condición maligna de los vampiros. Como se ve, una vez más, la imaginación supera a la razón, o ¿acaso no es mucho más hermosa la explicación de Stoker y todos sus discípulos, antes que los terminantes y nada poéticos dictámenes de los señores científicos?