La herencia de los 35
Curiosa aventura la que vivimos el sábado pasado con mi amigo Pancho, un fanático de los móviles (o celulares, como los quiera uno llamar) y de las matemáticas. Cuando pasamos a buscar a mis primos para ir a una fiesta nos encontramos con que los tres hermanos estaban discutiendo de forma muy acalorada alrededor de un caja. Conociendo a mis primos pensé que iba a ser una noche difícil y pregunté cuál era el problema. Uno de mis primos Gustavo, el más hablador, me dijo:
– Pepe, como tú sabes el Abuelo Antonio nos dejó una herencia. A nosotros tres nos tocó los 35 móviles de su empresa. Pero según el testamento del Abuelo, a mí me corresponde la mitad de esos 35 móviles, a mi hermano Nicolás la tercera parte, y a Carlitos una novena parte.
El problema es que no sabemos cómo dividir los 35 móviles y hace horas que estamos discutiendo sin ponernos de acuerdo. La mitad de 35 es 17 y medio, y no podemos partir uno de estos móviles a la mitad (miré en la caja y vi, entre otros, un hermoso Nokia 520 azul). Tampoco sabemos cómo encontrar la tercera parte y la novena parte de 35, ya que estas divisiones no nos dan números exactos.
Entonces intervino Pancho diciendo:
– Yo resolveré el problema si me permiten sumar mi móvil a los otros 35 aparatos para hacer mejor la división.
Me sorprendió la actitud de Pancho que es muy celosos con su teléfono celular (un precioso V3), pero dejé que continuara.
-Ahora que son 36 los teléfonos -dijo Pancho- podemos hacer mejor las cuentas. Tú Gustavo ibas a recibir la mitad de 35, o sea 17 y medio, en cambio, ahora recibirás la mitad de 36 que son 18. Sales ganando. A tí Nicolás te correspondía un tercio de 35, o sea, 11 móviles y pico (sólo pensar en dividir uno de estos hermosos aparatos me ponía de mal humor). En cambio, ahora vas a recibir un tercio de 36, que son 12. Sales ganando. Carlitos, a ti te tocaría una novena parte de 35, o sea, 3 móviles y parte de otro, sin embargo te corresponde ahora una novena parte de 36, es decir, 4, y también has salido ganando.
Resumiendo, les tocarán 18 móviles a Gustavo, 12 a Nicolás y 4 a Carlitos, y si sumamos tenemos que 18 + 12 + 4 da 34 móviles. O sea, que de los 36 sobran dos. Uno es el V3 que yo agregué, y el otro, es lo que me corresponde a mí como comisión por ayudarles en este negocio- dijo Pancho y tomó un hermoso iPhone de la caja sin que ninguno de mis primos protestara.
Luego, mis tres primos, que estaban ahora de mejor humor, aunque algo sorprendidos, y Pancho, que iba sonriendo, y yo nos encaminamos rumbo a la fiesta.
* Como habrán advertido los lectores, este post se trata de una versión adaptada del clásico cuento Los 35 camellos del libro El hombre que calculaba escrito por MALBA TAHAN.
jajjaaj muy bueno de verdad !!!