La historia virtual o contrafáctica

Cartel

Una oración contrafáctica es una oración condicional en la que interviene la noción de posibilidad (denotada gramaticalmente por la utilización del subjuntivo) del estilo: si la jarra de cristal se hubiese caído, se habría roto. La lógica, un tanto perpleja, ha estudiado repetidas veces la peculiar relación entre antecedente y consecuente de tales oraciones condicionales.

Más interesante para nuestros propósitos es la atención que también han mostrado algunos historiadores (especialmente anglosajones) por los contrafácticos, en un intento de trazar una historia contrafáctica o contrafactual, llamada en ocasiones historia virtual, que responda, o más bien especule, con los what if…o  “¿qué pasaría si…”? la historia hubiese tomado otros derroteros a los que de hecho tomó.

Un contrafáctico histórico sería por ejemplo: Si César no hubiera cruzado el Rubicón, otro hubiese sido el destino de Roma. Dicho de otra forma: ¿qué habría ocurrido si César no hubiese cruzado el Rubicón? Momento en el cual el historiador de turno opta por imaginar distintas alternativas: la República no hubiese perecido, César no hubiese sido asesinado, etc…

Como se ve, se trata en el fondo de ejercicios de ciencia ficción. Ahora bien, ficciones que podrían ser útiles a la hora de comprender, desde otra perspectiva, el colorido de una determinada época. Claro que para eso tales ejercicios ficticios  deben mantener cierta “coherencia”. Sería absurdo un desarrollo como: si César no hubiera cruzado el Rubicón, los extraterrestres invadirían la Tierra. Tampoco tendría demasiado recorrido un contrafáctico que se preguntase qué pasaría si…Hitler no hubiese tenido bigote (aunque quién sabe).

Así las cosas, la historia contrafáctica se muestra como un muy interesante juego profético (pese a referirse al pasado). Aquí van algunas posibilidades:

Si los griegos no hubiesen vencido en las Guerras Médicas, entonces…el imperio persa habría sometido Europa, el helenismo (expansión de los ideales griegos) nunca se hubiera producido ni hubiese dominado interiormente a Roma, que eclosionaría como una potencia simplemente militar, ruda, imperialista. El Renacimiento no habría podido alimentarse de la herencia espiritual de Grecia y sería una simple Reforma religiosa, impidiendo el proceso de secularización y la separación iglesia-estado.

Si Pilato no se hubiese lavado las manos y Jesús no hubiera sido crucificado, entonces….muy posiblemente habría estallado una rebelión judía contra Roma como de hecho aconteció algunos años más tarde. Lo que es mucho más importante: el cristianismo no se habría construido simbólicamente sobre el sufrimiento en la cruz. Tal vez incluso, el cristianismo no hubiese llegado a nacer, si hemos de creer que Jesús no era exactamente un “cristiano”.

Si el 23-F hubiese triunfado, entonces…pero hay cosas sobre las que no nos apetece especular, la verdad. Ya la historia «real» ha sido lo suficientemente nefasta. En fin, ¿os apuntáis al juego de los contrafácticos?

Foto vía: nredmond

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