Astronomía y Astrología, hermanas irreconciliables

zodiaco

Desde que el hombre es hombre, ha mirado al cielo nocturno con una mezcla de fascinación, curiosidad y algo de temor. No podemos imaginar cuales serían sus primeras cábalas acerca de la naturaleza de aquellas hermosas luces, frías y distantes, que salpicaban el negro tapiz de la noche pero, al cabo de siglos de observación, descubrieron algo interesante: que su movimiento junto con el del Sol, seguía un patrón estable, la clave para medir el tiempo.

Este patrón de movimiento celestial resultó ser una herramienta imprescindible para el desarrollo de la agricultura (para saber cuando sembrar y cuando recoger cada cosecha) pero había un problema: la conservación y transmisión de los conocimientos en una sociedad básicamente analfabeta. Los sacerdotes de la antigüedad resolvieron este problema creando Mitos, que han llegado a nosotros en multitud de idiomas y formas, pero manteniendo la base. Esta mitología trataba de explicar el origen y funcionamiento del universo desde una perspectiva básicamente humana.

Por ejemplo, la muerte durante 3 días y posterior resurrección de Jesucristo, es una metáfora  (que proviene de una larga serie de religiones anteriores) sobre el fenómeno del solsticio de invierno. De hecho, la historia de Cristo es un plagio de la vida de Horus (el Dios Sol egipcio), escrita hace más de 3.500 años. El nacimiento de una virgen (Isis), la concepción por parte del espíritu (Nef), la adoración del niño rey, el bautizo, los milagros, los 12 discípulos, la crucifixión y la resurrección son sólo algunos de los muchos elementos comunes entre ambas (y otros muchos dioses solares).

Nebulosa

Durante los meses de invierno (desde la perspectiva del hemisferio Norte) el Sol parece moverse hacia el sur y hacerse mas pequeño, trayendo días mas cortos y mas fríos. Pero el 22 de Diciembre, detiene su movimiento durante 3 días, en las inmediaciones de la Constelación de la Cruz (Crux), retomando su rutina en sentido inverso el día 25 (aunque los cristianos cambiaron esta fecha por la actual pascua, en el equinoccio de primavera).

Así podemos decir: Que el Sol (concepción pagana de Dios) muere en la Cruz y 3 días después, resucita o renace (reiniciando el ciclo vital con la llegada de la primavera). Algo tan simple como una metáfora que recuerda un hecho concreto, una regla mneotécnica, pero tomado al pie de la letra y en las manos equivocadas se convierte en herramienta de control (un juego peligroso).

Muchas religiones condenan la práctica de la astrología como herejía o paganismo (aunque tienen el mismo origen) pero durante miles de años los reyes y emperadores recurrieron a astrólogos, los cuales podían influir en la caída o auge de imperios simplemente con «predecirlo». En China se ejecutaba a los que fallaban en sus predicciones y Moctezuma hizo lo mismo cuando vio el cometa en 1516 de cuya llegada no le avisaron, y cuyo efecto negativo en el ánimo del monarca favoreció la conquista por parte de Cortés.

Hasta finales del siglo XVI, astrología y astronomía eran indivisibles, una encerraba a la otra. Tras la terrible epidemia de peste que asoló Europa, el pueblo llano había perdido su fe en la iglesia, que no había podido impedir la plaga. Fue en este momento (pasada la amenaza de terminar en la hoguera por herejes) cuando el trabajo de Johannes Kepler y las metódicas observaciones de Tycho Brae, demostraron que las órbitas de los planetas son elípticas, rompiendo así la idea católica del universo armonioso y perfecto de Ptolomeo. Se había abierto una brecha entre ambas disciplinas, que nunca se volvería a cerrar.

La función de la astrología es la predicción de sucesos mediante el estudio de la posición y movimiento de los planetas. Es una función noble (si está en buenas manos) y se pueden predecir sucesos de otra clase con el uso de matemáticas (como alineaciones de planetas), pero tratar de buscar una correspondencia entre la posición de un planeta a 250 millones de kilómetros con mi futuro laboral es algo, cuando menos muy osado. Pero ya sea por nuestra necesidad de sentirnos conectados con el universo, de buscar un sentido a nuestro destino o de dejar que otros piensen por nosotros, la astrología está tan difundida hoy en día que hay 10 astrólogos por cada astrónomo.

La función de la astronomía es el estudio y catalogación de los astros, de sus características y la predicción de sucesos mediante el uso de las matemáticas. Puede parecer menos romántico y poco útil a nivel práctico pero sin esta rama de la ciencia no dispondríamos de móvil, GPS, televisión por satélite ni podríamos predecir eclipses o la llegada de los cometas.

Algunos casos curiosos:

  • Astrología:

Según el Calendario Maya, el mundo que conocemos (no la vida) terminará el 21 de Diciembre del 2012, pero sólo porque en esa fecha el solsticio de Invierno ocurrirá sobre la Vía Láctea (que estará a su vez alineada con el Ecuador) y ésto para ellos simbolizaba la apertura de la puerta al otro mundo y el despertar a una nueva era.

Cuando Moisés descubre al pueblo venerando al Becerro de Oro, destruye las tablas con la ley de Dios y ordena a las gentes que se maten entre ellos para purificarse. Este episodio representa el paso de la Era de Tauro a la Era de Aries (el carnero) representado por Moisés. Hoy en día los judíos siguen soplando el cuerno de carnero en algunas ceremonias. Este cambio de Era está simbolizado también en la historia de Mithra y el Minotauro. Jesucristo representa la Era de Piscis, ¿Nunca han visto ese dibujo de un pez con el nombre de Jesús en el interior?

  • Astronomía:

¿A qué llamamos una Era? Debido a que la tierra gira sobre si misma en un eje inclinado, cada 2.150 años (aproximadamente) el amanecer del día del Equinoccio de Primavera ocurre bajo un signo del zodiaco diferente, completando una vuelta cada 25.765 años. El periodo de tiempo de 2.150 años que el Sol pasa en una «casa» zodiacal, es lo que nuestros antepasados denominaban una Era. La era de Tauro duró desde el año 4.300 a.C. hasta el 2150 a.C, la de Aries desde el 2150 a.C. hasta el año 1 y en el año 2150 ésta última dará paso a la Era de Acuario.

En el año 1178, los monjes del Monasterio de Canterbury registraron un extraño fenómeno. Dijeron que,a plena luz del día, la luna parecía haberse partido en dos (una parte mucho mas pequeña que la otra), tras lo cual se oscureció durante unos minutos. En la década de los 80, tras investigar el caso se descubrió un cráter relativamente reciente en el mismo sitio donde los monjes afirmaron ver el fenómeno.

 

Foto 1 Vía: LaZonaFotica

Foto 2 Vía: Nasa

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1 comentario

  1. Schattencito dice:

    Muy buen e interesante artículo. Como siempre, este blog es excelente para quienes nos preguntamos el por qué de las cosas. Muchas gracias por seguir produciendo información con esta calidad.
    ¡Saludos!

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