¿Existe realmente la reencarnación?

tunel hacia la luz

La reencarnación es la creencia de que cuando alguien muere, su alma o una parte de uno mismo, renace en otro cuerpo. A veces no tiene porque ser un cuerpo humano, también se puede reencarnar uno en un animal o insecto, o cualquier otro ser vivo. Esto implica que ya hemos vivido otras vidas antes y que seguiremos viviendo varias vidas más en el futuro.

La idea de la reencarnación es aceptada por millones de personas en el mundo, la mayoría de ellas Hinduístas y Budistas. Pero en la cultura occidental, puramente monoteísta, la convicción de una sola alma y una sola vida no deja lugar a esta hipótesis. Aún así, investigadores como el ya fallecido Doctor Ian Stevenson, famoso y reconocido psiquiatra, dedicó gran parte de su vida a estudiar la reencarnación.

Sus investigaciones se centraron principalmente en niños, de edades comprendidas entre los dos y cinco años, los cuales padecían fobias difíciles de explicar y manifestaban recuerdos vívidos  y detallados de lo que parecían ser vidas pasadas. Stevenson creía que estas experiencias podían ayudar a tratar algunos trastornos de la personalidad como las fobias y la disforia.

Aunque Stevenson nunca afirmó públicamente que creyera en la reencarnación, lo cierto es que hizo lo imposible para que, al menos, se considerara plausible su existencia. Después de haber estudiado 2.500 casos y de publicar varios artículos y libros relacionados con el tema, siguió sin contar con el apoyo de la comunidad científica, cuyo escepticismo sobre este tema es más que evidente.

Un hecho curioso es que, antes de morir, el Dr. Ian Stevenson manifestó en más de una ocasión su deseo de comunicarse con este mundo una vez que hubiera muerto. Para ello, se hizo con un candado de seguridad. Memorizó la contraseña mediante la técnica de la mnemotecnia y cerró con él una caja que fue guardada en su centro de estudios (Division of Perceptual Studies). El objetivo era transmitir el código de seguridad desde el más allá para que la caja fuera abierta. Hoy, tres años después de su muerte (falleció en 2007), aún sigue cerrada.

Conclusiones: o bien no existe nada después de la muerte, o se está tan a gusto y es tan maravilloso que a nadie que se haya ido le quedan ganas de volver para contárnoslo.

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4 comentarios

  1. Marifer dice:

    Sólo Dios sabe como son las cosas sobrenaturales, y además un alma es una energía es dificil que nos comunique y capte de la realidad porque nosotros somos materias por ejemplo del Dr Ivan, era una materia porque fue un cuerpo, ahora es un alma, es dicifil que él abra la caja, porque no es un cuerpo para que abrá el sello con su codigo.
    Sólo Dios sabe como son las cosas, es él quien nos creo la tierra con una pura perfección y existen una belleza en la naturaleza.

  2. roberto dice:

    sobre tu conclusión.. si el doctor reencarnó en un animal o insecto, dudo mucho que habra el candado.. además tampoco está claro el tiempo en que vuelves a reencarnarte, ni tampoco está claro el poqué regresas, quizá alguien dedice de acuerdo a tus actos.. en fin, esto está fuera de nuestro alcance.

  3. Francisco Martínez Osses dice:

    Cual sería la idea en caso de existir la reencarnación, yo creo que es justamente en este punto donde radica realmente la cosa en si , algunas religiones dicen que a medida que el ser se reencarna se estaría purificando,perfeccionando, depurando hasta obtener un estado casi perfecto para disfrutar de la paz celestial,suena bonito, pero yo digo y para que, con que fin dios crearía un ser que tras muchas muertes y vidas llegaria a merecer la gracia divina

  4. julian dice:

    es muy polémico porque últimamente hasta los científicos mas ortodoxos, como brian weiss psicólogo, haya descubierto por accidente la regresión de vidas pasadas, como asi tambien la progresion (hacia el futuro). La ciencia todavia no se si logra asimilar la reencarnacion y considerarlo un hecho.
    quien padece escepticismo, hágase una hipnosis de regresión a ver que le sale. Tambien recomiendo el libro muchas vidas, muchos maestros, de brian weiss.

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