La ceremonia de bodas hindú
Si en España las parejas de novios tienen que ocuparse de encargar el salón donde van a celebrar el banquete de su boda con muchos meses de antelación, o la iglesia donde quieren celebrar el enlace, en la India las parejas tienen otras preocupaciones que para ellos son más importantes y prioritarias que las nuestras.
Hablamos, por ejemplo, de que ellas pueden esperar todo un año para unir sus vidas justo el día en que los astrólogos señalan como el «perfecto» para que su unión sólo les depare cosas positivas. Ellos confían plenamente en este consejo y no contradicen, en nada, a los entendidos en interpretar los astros como base de la sabiduría ancestral.
El día de la boda, o un día antes al enlace, los familiares del novio se encargan de llevar a la casa de la novia ropas, joyas y demás regalos que ella llevará puntualmente el día de la ceremonia. El vestido de ella es también diferente a los nuestros: de un color rojo vivo y decorado con multitud de bordados dorados. Una indumentaria muy cargada, llamativa y llena de brillos y bordados.
Además la novia no enseña su cara durante toda la ceremonia, una celebración a la que el novio acude montado sobre un caballo blanco, llevando una espada y desfilando acompañado por un gran número de personas, que van con él a modo de comitiva nupcial.
La boda se celebra en la casa de la novia y nada más llegar él, le ata un collar alrededor del cuello simbolizando su fidelidad al matrimonio. Una vez que se han realizado los votos y la pareja ya está formalmente ligada, el padre del novio o el hermano arroja pétalos de flores sobre ambos, luego pasa un coco por encima de la cabeza de los novio tres veces, haciendo una figura circular para darles suerte en su nueva vida.
Foto vía: Boda-Company