El Soleil Royal, majestuoso buque de guerra
Ya hace 3000 años los babilónicos y asirios construían barcos de guerra. Evidentemente, nada tienen que ver con los navíos que conocemos hoy en día: estos eran muy primitivos y se movían a remo. Mil años después, los fenicios se especializaron en la fabricación de buques de madera, largos, estrechos y con una vela para favorecer la navegación. Los fenicios usaban a los esclavos como remeros.
En el año 1000 a. C. el pueblo griego disponía de barcos también de madera con figuras simbólicas en la proa, tales como mascarones. El trirreme fue el protagonista de esta época. Tripulado por 200 hombres, pesaba más de 100 toneladas y presentaba más de 35 metros de eslora. Eran bautizados con nombres mitológicos o fantásticos.
El Imperio Romano perfeccionó el trirreme, al que añadió largas pasarelas y que empleaba el espolón como arma principal. Ya en los siglos V y X el Imperio Bizantino empleaba naves de remos con tres mástiles y velas. En el siglo XII comenzó a utilizarse la popular galera, que no es más que una nave a remos con castillos a proa y popa y dos velas latinas.
La galera se convirtió en el navío por excelencia durante la Edad Media y permaneció hasta el siglo XVIII sin modificaciones relevantes. Se puede decir que las galeras combatieron por última vez en la Batalla de Lepanto (1571).
Durante el reinado de Luis XIV de Francia, se diseñó el Soleil Royal, un buque insignia diseñado por el arquitecto L. Hubac. Poseía 104 cañones y comenzó su singladura bélica el 12 de mayo de 1692, fecha en que abandonó la ciudad de Brest donde fue construido y zarpó con dirección a la península de Barfleur, donde los barcos franceses se reunieron con las flotas inglesa y holandesa.
Después de la batalla, el Soleil Royal, junto con los demás barcos que habían sufrido desperfectos durante la contienda fueron dirigidos a la playa de Cherbourg, donde se llevaron a cabo tareas de reparación. Allí fueron cazados por los ingleses y holandeses quienes les prendieron fuego.
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Vaya, ya veo otra discusión con mi mujer a la vista. «Pero tú estás loco!!!. Dónde lo vamos a meter!!!» Jeje