El cavernoso Sótano de las Golondrinas, en San Luis Potosí
La caverna conocida como el Sótano de las Golondrinas es uno de los más hermosos lugares que se pueden encontrar en México. Situada junto al poblado de Aquismón, en el estado de San Luis Potosí, esta caverna vertical posee una entrada de 60 metros de diámetro en la entrada, 300 en la base, y una profundidad que supera el medio kilómetro (510 metros). Su formación se debe a la continua erosión del agua sobre una falla de roca caliza, dando como resultado una especie de bóveda cónica cuya entrada se encuentra al nivel del suelo y en la parte superior de la caverna.
Además de su imponente y sobrecogedora belleza natural, recibe su nombre por ser el refugio natural para gran cantidad de aves, entre las cuales curiosamente no se encuentran las golondrinas. La elección de este nombre quizá se deba a la presencia de una variedad de Vencejos que frecuentemente son tomados por golondrinas. En su interior también habitan algunas especies de salamandras, culebras y diferentes especies de arañas, además de los musgos y algas que cubren prácticamente la totalidad de su suelo y paredes interiores.
El Sótano de la Golondrinas fue descubierto por un grupo de espeleólogos en 1967 aunque se hubo de esperar hasta 1974 para que se llegase a su fondo, siendo Lorenzo García Gallardo el primero en conseguirlo. Hoy en día se encuentra protegido por ley como Monumento Natural y Área Natural Protegida , abarcando una extensión de 285 hectáreas, incluyendo otros tesoros naturales de los municipios de Aquismón y de Huhuetlán. Las visitas al lugar están permitidas, e incluso es posible para los turistas tanto asomarse y descender a las profundidades como practicar la espeleología, el rappel y el salto base, todo ello bajo la supervisión y atenta vigilancia de los guías, imprescindibles en las visitas.