La vida prehistórica del lago Vostok
El lago Vostok es un lago subterráneo situado en la Antártida, y que cuenta con la particularidad de haber permanecido aislado de la atmósfera terrestre al menos durante los últimos 15 millones de años.
Contra todo pronóstico, este curioso lago ha resultado ser no sólo una reserva de agua, también alberga una sorprendente cantidad y variedad de formas de vida. Ésto pone de manifiesto que hay organismos realmente tenaces a la hora de aferrarse a la vida, y también la diferencia entre los ecosistemas y formas de vida a lo largo de los últimos millones de años.
Las investigaciones sobre el lago comenzaron con la perforación de los 4 km de hielo que cubren su superficie, cuando aun se creía que estas aguas debían ser uno de los lugares menos favorables del mundo para acoger vida. Su creencia se basaba en parte al duro clima (donde se han registrado las temperaturas más bajas del planeta con -89 ºC) y en parte a su aislamiento que sufre este lago al que no llegan los rayos del sol.
Para sorpresa de los científicos, las primeras muestras de agua analizadas mostraron miles de bacterias y otras formas de vida a escala microscópica. Por el contrario y para su decepción, no encontraron ninguna forma de vida distinta a las que se pueden encontrar normalmente en otros lagos de agua dulce, ni siquiera especies con adaptaciones especiales para sobrevivir en este inhóspito lugar.
La conclusión más lógica es que en algún momento hace 35 millones de años las aguas del lago Vostok debieron estar conectadas con otras masas de agua, en los tiempos en que la Antártida poseía un clima templado. Sea como fuere, encontrar formas de vida en un lugar como este ya resulta toda una hazaña, y nos da una idea de las durísimas condiciones que puede soportar la vida.