Qué pasa al despertar a un sonámbulo
Antiguamente se creía que el alma se separaba del cuerpo mientras dormíamos. Por ese motivo, el aparentemente simple hecho de despertar a una persona que caminaba sonámbula podía romper el frágil vínculo existente entre alma y cuerpo y dejar al sonámbulo en un estado vegetativo durante el resto de su vida terrenal. Con la llegada de la ciencia y su posterior evolución, los estudiosos especularon sobre si los efectos efectos serían tan drásticos o si, en cambio se reducirían a morir de un infarto o quedarse en daños cerebrales de distinta gravedad. Afortunadamente, el tiempo ha demostrado que ninguna de estas teorías es correcta.
Hoy en día sabemos que el único peligro que existe es la reacción del sonámbulo al despertarse, que debido al susto o a la confusión puede provocar daños a quien lo despierte o a sí mismo. Como dice el doctor Giuseppe Plazzi (Universidad de Bolonia) el peligro es aun mayor si se trata de una persona fuerte y vigorosa, por lo que es altamente recomendable dejar al sonámbulo tranquilo o tratar de guiarle de regreso a la cama, eso sí, con cuidado de que no se haga daño. Debido a que se produce durante la fase de sueño de ondas lentas (SOL), puede resultar difícil despertarlos, razón de más para no intentarlo.
La reacción de un sonámbulo al ser despertado no es distinta que la de cualquiera al despertarse cuando oye un ruido fuerte, a todos nos produce cierto sobresalto pero no nos provoca un ataque al corazón. La única añadidura en estos casos es la desorientación que produce despertar de golpe fuera de la cama y en cualquier lugar. Es frecuente que durante estos episodios los afectados hablen, realicen algunas tareas simples o incluso abandonen su casa.
El sonambulismo es más frecuente en edades tempranas, siendo común que ocurra al menos una vez en un 30% de los niños con edades comprendidas entre los 5 y los 12 años, y aproximadamente en un 2% de los adultos. Entre un 1% y un 6% de los niños y adolescentes puede sufrirlo de manera continua. Al menos una de cada 250 personas en edad adulta camina en sueños una vez a la semana.
Por otra parte, al parecer el sonambulismo es hereditario, y se cree que factores como el estrés, el alcohol y las drogas pueden ser elementos que los desencaden.
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La última vez que me paso me levante, hice el biberón de mi hijo y le cambie el pañal. Le volví al acostar y me acosté, yo nunca recuerdo lo que hago o haberme levantado, pero mi marido lo ve y siempre tengo los ojos en blanco. Vuelvo al acostarme y dormir. Varias veces me ha pasado, siempre he hecho cosas cotidianas,. No se porque me pasa.
Yo me desperté sólo y frente a un espejo, me asusté mucho, porque no reconocí mi reflejo. Y me levanto dormido cuando estoy muy estrenado.