La regeneración en los vertebrados
Dice el saber popular que las lagartijas tienen la habilidad de desprenderse de su cola para engañar a un posible depredador, y mientras su perdida extremidad continúa moviéndose y atrayendo la atención del atacante, la lagartija aprovecha la confusión para escapar. Una curiosa técnica que tiene como resultado una doble victoria, la víctima vive un día más y el depredador se lleva el almuerzo gratis, pero surge la pregunta ¿lo puede volver a hacer o es cosa de una sola vez?
Todos conocemos la habilidad reproductora de las estrellas de mar, capaces de hacer copias de su mismo a partir de una extremidad perdida (siempre que conserve una porción del disco central), y en el reino de los insectos la regeneración no es en absoluto inusual, pero en los vertebrados es más difícil de encontrar. Se podría decir que a mayor complejidad de un organismo menos posibilidades de regenerarse tendrá.
Si bien los lagartos son capaces de regenerar su cola, los tritones y salamandras pueden hacerlo también con otras partes del cuerpo, desde las extremidades hasta órganos más complejos como los ojos, el corazón o incluso partes de su cerebro. Este proceso se puede repetir las veces que haga falta, siempre y cuando el individuo pueda sobrevivir,
El proceso de regeneración funciona de la siguiente manera: primero la herida es cubierta rápidamente por la epidermis y luego se crea la llamada «cresta apical epidérmica», una especie de amasijo de células madre «en blanco» llamadas blastema. Estas células, igual que ocurre durante el proceso embrionario, pueden activarse y dar lugar a la parte del cuerpo que se necesite. Mientras que los tritones y salamandras pueden regenerar órganos complejos, los lagartos, al regenerar su cola no regeneran las vértebras perdidas, siendo éstas sustituidas por una estructura de cartílago sin articulaciones o segmentos.