La cosecha de miel en el Tibet
Cosechar miel es una actividad que los humanos hemos realizado desde tiempos inmemoriales, desde nuestra etapa como cazadores-recolectores hace aproximadamente unos 15.000 años.
En las altas montañas del Nepal existe una curiosa y muy peligrosa manera de recolectar miel que se remonta a varios miles de años en el pasado, una tradición que forma parte fundamental de la cultura nepalí y que no deja de producir asombro en el mundo occidental. Debido a los riesgos que implica esta tradición se encuentra actualmente en proceso de desaparición, pero podemos disfrutar de estas imágenes gracias a la labor del fotógrafo Andrew Newey.
En primer lugar hemos de recordar que el Nepal es el país de origen de la Abeja Melífera del Himalaya (Apis laboriosa), una especie que se caracteriza por ser la abeja melífera de mayor tamaño del mundo y que crea sus colmenas en inaccesibles y altos acantilados, lejos de los depredadores y resguardadas del Sol y los elementos. Para poder llegar hasta estos inalcanzables lugares los recolectores de miel hacen uso de escaleras de cuerda elaboradas a mano, y dispersando las nubes de abejas mediante el humo de hogueras para poder acceder a la preciada miel.
Esta tradicional recolecta se lleva a cabo una media de dos veces por año y suele llevar más o menos unas tres horas el poder cosechar la miel de cada colmena, dependiendo siempre del tamaño de la misma. Antes de la cosecha se reza y se realiza una pequeña ceremonia con flores, arroz y frutas, tras la cual se enciende el fuego para dispersar a las abejas y se comienza la peligrosa operación, en la que se cortan trozos del panal para su posterior uso en la cocina o simplemente para comer sin más preámbulos.
Foto vía: amusingplanet