La Fuerza de Sustentación: por qué los aviones vuelan
Pese a que en nuestro tiempo ya estamos más que acostumbrados a la presencia de aviones en el cielo, enormes y pesados vehículos que vuelan, en contra de una observación de Lord Kelvin en el siglo XIX que aseguraba que nada más pesado que el aire podría volar jamás, pero a muchos se nos forma una duda: ¿Cómo es posible que los pesados armatostes de metal que llamamos aviones puedan sostenerse en el aire? Muchos pensarán que es simplemente gracias a la potencia de los motores y llevan razón, pero esta sólo es la mitad de la respuesta.
La segunda mitad de la respuesta es la llamada «Fuerza de Sustentación«, una fuerza que permite al avión contrarrestar la fuerza de la gravedad gracias a la incidencia del aire en sus alas, que empuja al aparato hacia arriba. Las alas están diseñadas para que el aire fluya con mayor velocidad en la parte superior y menor en la inferior, creando una diferencia de presión entre ambas caras del ala (mayor en la parte inferior y menor en la superior). Las alas «navegan» sobre esta capa de mayor presión aprovechando que la diferencia entre presiones crea una fuerza que empuja hacia arriba.
Por otra parte y como consecuencia del diseño, cuando el aire que fluye por la parte superior al llegar a la parte posterior del ala vuelve a moverse hacia abajo, lo cual provoca un empuje adicional hacia arriba llamado «Efecto Coanda». Si los ingenieros que diseñan los aviones no tuviesen en cuenta esta fuerza adicional y la contrarrestasen mediante el correcto contrapesado del aparato, los aviones serían peligrosamente inestables.