Vozrozhdeniya, la isla secreta
Muy pocas personas conocían hasta hace poco la existencia de la isla Vozrozhdeniya, nombre que se puede traducir como «Renacimiento» y que no puede ser más desafortunado.
Esta misteriosa isla fue uno de los baluartes de la investigación de armas biológicas de la extinta Unión Soviética durante la Guerra Fría, y tanto su ubicación como las actividades desarrolladas en ella estuvieron protegidas por el más absoluto secreto desde 1948 hasta el año 1990. Los datos y proyectos que se llevaron a cabo en Vozrozhdeniya no han sido desclasificados, y lo poco que sabemos lo descubrieron las expediciones científicas posteriores a su abandono.
El nombre el clave de la isla era Aralsk-7 y las instalaciones fueron abandonadas en 1992, tras la caída de la Unión Soviética, habiendo sido utilizadas para investigar y desarrollar cepas de antrax, botulismo o fiebre Q (Coxiella burnetii) entre otras.
La isla Vozrozhdeniya (hoy en día repartida entre Kazajistán y Uzbekistán) se encontraba situada en el interior del mar Aral y por tanto era relativamente segura para servir como laboratorio biológico al contar con la barrera del agua que impedía la transmisión de microorganismos, pero el nivel ha descendido considerablemente debido al uso abusivo del agua para la irrigación en la zona, convirtiendo la isla en una península conectada al desierto en el pasado 2003.
Varias organizaciones colaboraron en un proyecto internacional con motivo de limpiar y descontaminar las instalaciones, que además de para investigación sirvieron como vertedero de productos tóxicos, tratando de paliar las posibles consecuencias para el medio ambiente y los humanos. Uzbekistán y Estados Unidos son los principales financiadores de este proyecto, y pese al éxito que aseguran haber tenido la isla sigue estando vetada a visitantes y curiosos, aunque pocas personas se atreverían a visitar un lugar al que se ha bautizado como «La isla del Antrax».
Foto vía: wecf