Qué es el vértigo y cómo se trata
Qué es el vértigo
Se conoce por vértigo la sensación repentina de rotación de aquello que nos rodea tras determinados movimientos que pueden ser caminar o simplemente hacer un leve giro de cabeza.
Todo el mundo ha conocido en alguna ocasión a alguien que lo padecía. Pero lo cierto es que es muy difícil hacerse una idea de las molestias que conlleva esta enfermedad si no se sufren en carne propia.
Por qué se produce el vértigo
Normalmente el vértigo puede ser producido por tensión en las cervicales o por un problema de oído. En todo caso, se trata de una alteración del oído interno que tiene lugar cuando se desprende un pedazo de calcio, parecido a un hueso y flota dentro de la cavidad auditiva. Es por eso que los mensajes que llegan al cerebro son confusos y aparece esa sensación de que «el mundo gira».
Hay ciertos factores que aumentan las posibilidades de sufrir vértigo como es la historia clínica familiar (si alguien de la familia lo padece o ha padecido) y, en muchos casos, es el legado de una infección en esa zona del oído (lo que en términos médicos se conoce como laberintitis).
Síntomas del vértigo
Su principal síntoma es la desorientación, pero hay algunos otros que se pueden resumir de la siguiente manera:
– Pérdida de estabilidad
– Vómitos
– Náuseas
– Percepción confusa del ambiente que los rodea
– Pérdida de equilibro (que conlleva un riesgo de caídas a tener en cuenta)
– Problemas de visión
– Disminución de la percepción auditiva
Las primeras molestias ocasionadas con su aparición suelen ser sensación de inestabilidad al girar el cuello o al hacer movimientos bruscos.
Tratamiento del vértigo
En la actualidad, el tratamiento más recurrido es la «maniobra de Epley«, que permite desplazar el trozo de calcio que ha quedado flotando en el oído interno. En muchas casos, los pacientes reciben medicamentos anticolinérgicos, sedantes o antihistamínicos.