Gatos y magia, protección ante lo negativo

Gatos y magia a través de la Historia
La relación entre gatos y magia no es algo nuevo. Ya eran venerados, por ejemplo, como un dioses en el Antiguo Egipto, estaban protegidos por la Ley (aquellos que osaban herir o matar un gato eran duramente castigados), eran llorados por sus dueños cuando moría como si de un familiar se tratara, momificados y enterrados como príncipes. En otras épocas, sin embargo, eran temidos y perseguidos y casi exterminados a causa de esa misma relación.
Se puede decir, por tanto, que el gato es una verdadero superviviente en la Historia de la Humanidad.
Vayamos ahora a la Edad Media, en el continente europeo, en la cual el carácter independiente de estos animales, su tendencia a ser seres solitarios, sigilosos, huidizos y, sobre todo, a su capacidad de reproducirse, provocó que se se convirtieran en seres indeseables.
A esto se unió que en los callejones de las ciudades donde habitaba un multitud de ellos, las encargadas de alimentarlos era mujeres solas, sin hogar, en la miseria, la mayoría ancianas. Y cuando se extendió esa especie de histeria colectiva que dio por seguro el vínculo entre gatos y magia, más concretamente con brujería, y que determinó que aquellas ancianas eran siervas de Satán y que los gatos eran sus ayudantes.
Y de entre todos los felinos, fue precisamente el gato negro el que se ganó el dudoso honor de ser elegido como representante del Diablo y de ser la forma preferida que su dueña, la bruja, adquiría para disfrazarse y pasar inadvertida durante la noche.
Gatos como protección ante energías negativas
A esto hay que añadir una reseña histórica. Ante la numerosa población de gatos y la mala fama que habían adquirido por aquel entonces, fueron objeto de una auténtica persecución y finalmente masacrados casi en su totalidad. Craso error. Al haber desaparecido sus principales depredadores, las ratas se multiplicaron trayendo consigo toda clase de enfermedades y plagas, entre ellas la temible peste que asoló Europa entera y acabó con la vida de millones de personas…
Puedo asegurar que los gatos no son brujas disfrazadas. Lo que sí es cierto es que poseen la capacidad de protegernos frente a energías negativas. Ellos mismos las absorben, tanto las nuestras como la de los otros. Nos limpian. Será por eso que nos relajan cuando los tenemos en los brazos, e incluso cuando nos limitamos a observarlos.
¿Crees en la relación entre gatos y magia? ¿Quieres protección frente a las malas energías? Fácil. Pon un gato en tu vida.