Consejos para evitar el mal de altura

Mal de altura

¿Qué es el mal de altura?

Seguro que habéis oído hablar del mal de altura o mal agudo de montaña, como se le conoce técnicamente. Es bien sencillo, se trata de la falta de adaptación del cuerpo a las alturas. Es decir, si estamos acostumbrados a vivir en terrenos llanos, especialmente por debajo de los 900 metros, a la hora de viajar a una ciudad situada a gran altura sobre el nivel del mar pues lo vamos a notar, especialmente con la falta de oxígeno y otros elementos.

La explicación a todo esto también es fácil de comprender: cuanto más se asciende, cuanto más alta esté una ciudad, más disminuye la presión atmosférica y la presión del oxígeno, produciéndose entonces lo que se conoce como hipofaxia o falta de oxígeno en la sangre. Suele ocurrir cuando se sobrepasan los 2.400-2.500 metros de altura, y vienen dados por algunos síntomas como dolor de cabeza, agotamiento físico, trastorno del sueño, algunas náuseas y vómitos, trastornos digestivos y hasta falta de apetito.

Pero para todo esto hay solución, no os preocupéis. Si vais a viajar a alguna ciudad que se halla a una altura por encima de los 2.500 metros debéis tomar algunas condiciones para vuestra aclimatación.

¿Cómo evitar el mal de altura?

En primer lugar es recomendable no hacer grandes esfuerzos físicos los dos o tres primeros días, sobre todo porque en el caso contrario vamos a sufrir los síntomas anteriores casi con seguridad. En todo caso hay que respirar bien, con inspiraciones largas, hacer bastantes descansos si tenemos pensado realizar rutas de senderismo, evitar el alcohol y el tabaco, tomar alimentos ricos en azúcar y de fácil digestión, e hidratarse constantemente con agua, zumos o tisanas de plantas.

Hablando de las tisanas de plantas, además de los medicamentos especializados para combatir el mal de altura, es recomendable no comer mucho y tomarse las cosas con calma. En Perú y en Bolivia ofrecen a los viajeros mate de coca. Según parece tanto el té como masticar las hojas de cosa son consejos buenos para aclimatarse al mal de altura.

Si tenéis pensado hacer rutas de senderismo no se debe ascender más de 300 metros diarios cuando estemos en nuestro destino, y cada dos días de subida se debería descansar uno.

Hay por tanto que planificar nuestro viaje a este tipo de ciudades con tiempo de sobra. Por ejemplo, si queremos viajar a La Paz, en Bolivia (situada a 3.560 metros de altura) necesitaremos al menos tres días para adaptarnos. De ahí que no se os ocurra querer ver todo en un día, porque los síntomas del mal de altura os estarán dando la vara bastante.

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